Recientemente, el parque La Ceiba en Playa del Carmen celebró su decimosexto aniversario desde su apertura al público, convirtiéndose en un espacio clave para la difusión cultural y artística.
En el marco de esta festividad, Guadalupe Quintana Pali, la directora general de Flora, Fauna y Cultura de México, compartió que la creación del parque fue un proceso iterativo, emprendido sin un claro entendimiento de las necesidades futuras, guiados únicamente por el deseo de preservar su carácter natural.
“Al iniciar la construcción de este parque no contábamos con un plan definido sobre cómo proceder, cómo financiaríamos el proyecto o qué estilo arquitectónico adoptaríamos. Sabíamos, eso sí, que queríamos mantener un ambiente lo más natural posible y evitar alterar la vegetación existente”, reveló en una entrevista.
Con el tiempo, y tras interactuar con la comunidad, Guadalupe Quintana se percató de la necesidad de un espacio dedicado a las artes escénicas, lo cual enriqueció aún más la oferta cultural del parque.
Asimismo, expresó su deseo de que el parque perdure indefinidamente, esperando que futuras generaciones continúen preservándolo e incluso replicando el modelo de La Ceiba en otros puntos de Playa del Carmen.
“La organización y yo somos pasajeros; eventualmente, no estaremos más aquí. Lo que deseamos es que este esfuerzo trascienda a las generaciones venideras, que tanto gobernantes como la comunidad lo valoren y perpetúen”, indicó.
Añadió que sería ideal ampliar el número de áreas verdes, ya sea por iniciativa gubernamental o de otras organizaciones. “Somos un equipo pequeño, de apenas 40 integrantes, pero gestionamos una amplia gama de programas. Este parque es solo uno de nuestros muchos proyectos”, explicó.
La instigadora de este emplazamiento único en su compromiso con la naturaleza criticó la progresiva destrucción de la vegetación por parte de la sociedad, la cual ha resultado en un incremento de las temperaturas hasta niveles insoportables. Aseguró que el simple hecho de ingresar al parque La Ceiba es sinónimo de frescura y bienestar, motivo por el cual aboga firmemente por la creación de más espacios donde los árboles sean los verdaderos protagonistas.
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