Los padres de alumnos de la escuela primaria “Jesús Segundo Murillo” ubicada en Playa del Carmen, han expresado su preocupación y descontento hacia un maestro de quinto grado quien, según reportes, asiste a las clases en estado de ebriedad y ha sido acusado de maltratar a los niños.
Según el testimonio de un padre de familia que decidió no revelar su identidad por miedo a represalias, mencionó que su hija ha desarrollado un rechazo hacia el colegio generado por la ansiedad que le causa estar en la clase de este maestro. Este docente, conocido como “Carlos N”, supuestamente adopta una actitud hostil hacia los estudiantes que no satisfacen sus requerimientos.
Al principio, el preocupado padre pensaba que su hija era la única afectada. No obstante, más adelante se percató de que el comportamiento arrogante y autoritario del profesor afectaba a todos los alumnos del grupo, como lo hizo saber.
Tras dialogar con el maestro, el padre observó un cambio positivo en el trato hacia su hija, aunque indicó que los demás niños seguían siendo víctimas de su comportamiento desagradable.
“La realidad es que esta situación afecta a la mayoría de los estudiantes, lo cual es preocupante. Después de mi conversación con el maestro, mi hija ya no fue maltratada, pero él sigue siendo irrespetuoso con los demás alumnos”, declaró.
Además, relató que en una ocasión, más de 23 padres se congregaron para discutir esta situación con los directivos de la escuela, quienes los tildaron de “alborotadores” y “descuidados”.
El padre anónimo compartió que, según conversaciones con otros tutores, el maestro en cuestión es cercano al director de la escuela y tiene una relación de compadrazgo con el supervisor, lo cual podría ser una razón por la que aparentemente no ha enfrentado consecuencias.
Por la falta de acción aparente por parte de las autoridades escolares, Carlos “N” continúa enseñando y generando temor entre los estudiantes, quienes ahora se sienten reacios a ser educados por un hombre.
En cuanto a la intervención de DIF Solidaridad o la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo, el padre expresó que, aunque han buscado su ayuda, estas instituciones aún no ofrecen una solución, ya que no intervienen a menos que haya agresión física.
Se están tomando medidas
Por otro lado, Roberto Méndez Portales, representante de los servicios educativos de Solidaridad, informó en una entrevista que están informados sobre el caso y han presentado las denuncias correspondientes ante el DIF municipal y Derechos Humanos. No obstante, destacó que para aplicar una sanción al maestro, es necesario seguir un protocolo interinstitucional, del cual los padres no están al tanto.
“Ya se hizo entrega de la documentación correspondiente y el caso está siendo atendido. Hay un protocolo específico que seguir; no se trata de que la solución sea inmediata, de lo contrario estaríamos infringiendo los derechos del profesor”, señaló el funcionario.
“En este caso, derechos humanos requiere un informe elaborado por la escuela, el cual es procesado y entregado a ellos, un procedimiento del que los padres no son informados por ser un asunto interinstitucional”, añadió.
Al parecer, las recomendaciones ya han sido comunicadas al supervisor del colegio, quien se encuentra monitoreando la situación. Asimismo, se ha iniciado un seguimiento legal hacia el profesor, y de reincidir en alguna falta, se tomarán las medidas adecuadas.
Para concluir, Roberto Méndez reafirmó su compromiso con la atención a quejas y denuncias recibidas por la entidad, asegurando que no se pasa por alto ninguna. Sin embargo, pidió paciencia a los padres, ya que cada caso requiere de tiempo y un proceso específico para su resolución.
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