Las obras del Tren Maya han desplazado de su hábitat a la fauna silvestre de Quintana Roo, hasta llegar a la carretera federal 307, lo que ha ocasionado la muerte de al menos cinco ejemplares de jaguar por atropellamiento, hasta donde se tiene registrado.
En entrevista, el presidente de la asociación civil Jaguar Wildlife Center, Raúl Padilla, sugiere para evitar estos casos crear pasos de fauna que crucen las carreteras y así poder coexistir con las especies.
“Nosotros hemos entregado un proyecto de paso de fauna y estamos tratando de ver si harán una carretera ahí, porque va a requerir este tipo de infraestructura para mitigar el impacto”, señaló.
El activista aclaró que el culpable de los decesos de fauna no es precisamente el proyecto del Tren Maya como tal, pero a raíz de que comenzaron las obras se presentaron cinco atropellamientos de jaguar. No obstante, tiene claro que la carretera federal 307 tiene un amplio historial de atropellamiento de especies.
“El tren vino a dividir, a fragmentar este corredor biológico y a interrumpirlo, la idea es tratar de mitigar ese impacto con esos pasos de fauna. (Porque) lo que pasará en el futuro, si no pensamos en coexistir con esas especies y ayudarles a que sigan en nuestro entorno, es la extinción de las especies”, advirtió.
Los pasos de fauna tendrían que ser superiores y con vegetación a fin de camuflarse con la selva y que los animales no se enteren de que están cruzando un puente. De acuerdo con Raúl Padilla, estas obras le corresponderían a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. También es importante señalar que los terrenos aledaños a la selva no cambien su uso de suelo, pues se estaría acabando con el hábitat de la fauna silvestre de Quintana Roo.
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